LOS ELEMENTOS CLAVE DEL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES.
Una clara consciencia de que el problema es genérico y que puede ser únicamente resuelto mediante una decisión que establezca una pauta, o sea un principio. (Lo genérico requiere siempre una respuesta basada en una regla o principio. Lo excepcional sólo puede ser enfocado como tal y según se presenta).
La definición clara de los objetivos exigidos por el problema, es decir, de las condiciones límite.
El estudio a fondo de lo que es correcto, de la solución que plenamente se ajustará a dichas especificaciones, antes de encarar los compromisos, adaptaciones y concesiones indispensables para tornar aceptable la decisión.
La conversión de la decisión en acto. Ello es lo que habitualmente exige más tiempo. Para ello alguien debe responsabilizarse de llevarla a cabo a través de sus etapas específicas.
El realimentador que prueba la validez y efectividad de toda decisión, contrastándola con el curso real de los hechos.
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